Christmas Concertina / Concertina navideña
Every year, around this time, we sort of get into a macabre mood with which we try to make up for the cheesy consumerist Christmas spirit that is around everywhere.
The Christmas tree has been, for a long time, one of our favorite lighted motifs. As part of a stylistic exercise, we’d like to design a radical piece to replace one of those annoying cones of light which are erected in every square of our geography. To us, they look as if purchased in bulk at a dollar store.
Our unfeasible piece this year is called Christmas Concertina, a pretty name (concertina razor wire) to refer to a highly macabre object used to build fences, separate countries, and keep away anyone who dares to cross borders.
This barbed wire is specifically designed to maim the flesh of those who try to jump over them leaving wounds that are sometimes fatal. These devices are now being massively put up all along our borders. This is an outrage for anyone with a pint of sensitivity.
This piece would be easy to carry out. We would just need the conic carcass of an artificial Christmas tree to fully wrap it in this awful wire. We would fence it around and light it with those searchlights that are used at borders and prisons in order to maintain security.
We would also place searchlights as a star tree topper to surveil the perimeter.
We know that we will never be able to materialize our AntiChristmas tree. We leave our idea out there to see if it raises awareness as to the usage of this torturing device.
The ideal place for its installation would be the Puerta del Sol in Madrid near the Casa del Reloj, current venue of Madrid’s town hall and former venue of repression and torture.
Illustrations by Lorenzo Martinez Zamora and Elena Baño Roig @ele.que.elen.
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Todos los años por estas fechas se nos despierta un espíritu algo macabro, con el que tratamos de compensar tanto espíritu navideño consumista y sentimentaloide.
El árbol de navidad es, desde hace tiempo, uno de nuestros focos de atención lumínico favoritos y como ejercicio estilístico nos gusta idear alguna pieza reivindicativa con la que sustituir alguno de esos dichosos conos de luz que en estas fechas se reproducen por las plazas de nuestra geografía, y que a nosotros nos parecen comprados al peso en un bazar chino.
Este año nuestra pieza irrealizable se llama Concertina navideña, un bonito nombre (concertina) usado para designa un objeto altamente macabro, con el que se construyen barreras, se separan estados, y se mantiene a distancia a los que se atreven a cruzar territorios.
Este alambre con cuchillas está específicamente diseñado para lacerar la carne de los que tratan de traspasarla, dejando heridas muchas veces mortales, y que últimamente se está instalando masivamente en nuestros bordes, para indignación de cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad.
La construcción de la pieza es fácil, serviría el soporte cónico de cualquier árbol prefabricado, que envolveríamos en su totalidad con este infame alambre. Lo rodearíamos con vallas e iluminaríamos con focos de vigilancia de los que se usan en las fronteras y cárceles para mantener la seguridad.
Además, cual estrella luminosa, colocaríamos focos en la punta, que servirían para mantener controlado todo el perímetro.
Sabemos que nunca vamos a poder materializar nuestro árbol antinavideño, pero ahí queda, por si sirve para que alguien mas se indigne al comprobar que aun no se ha prohibido el uso de este material de tortura.
El lugar ideal para su implantación sería la Puerta del Sol de Madrid junto al edificio de la Casa del Reloj, hoy sede de la Comunidad de Madrid y antiguo espacio de represión y tortura.
La ilustración es de Lorenzo Martinez Zamora y Elena Baño Roig @ele.que.elen.
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