Phantom car demonstration in public areas / Manifestación de coches fantasma en el espacio público
Nos gustaría tanto que desaparecieran los coches aparcados del centro de las ciudades que hemos pensado una solución alternativa que mejores su molesta presencia.
La acción tiene dos posibles ubicaciones, la primera sería meter en una plaza, normalmente cerrada al tráfico, gran cantidad de coches, todos los que cupieran, de manera que se formaran pequeños pasillos en los que la gente pudiera transitar y esconderse, para jugar al escondite en un laberinto casi opresivo.
Para restar presencia a los vehículos y que «casi» desaparezcan de la escena, los llenaremos de luces autónomas y los cubriremos con fundas desechables de las que se usan en los talleres de reparación, de color blanco y tejido translucido, de manera que la luz de los focos con los que hemos cubierto la carrocería, se filtren entre el tejido creando siluetas de luz fantasmal.
Así el escenario se llenará de misteriosas presencias que durante una noche nos habrían desear que los coches se desintegraran en el espacio público de la ciudad.
La segunda posible ubicación podría ser una calle principal y larga, llena de coches aparcados en ambas aceras. Les daríamos el mismo tratamiento de luz con las fundas blancas y los focos.
Por supuesto, los coches deberían ser cedidos por una noche por voluntarios, después se les devolvería iluminados y con funda de regalo.
Las ilustraciones son, por supuesto, de Marta Menacho.
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We would like very much that parked cars disappear from the center of cities, so we designed an alternative solution that improves their troublesome presence.
The action has two possible locations, the first would be to put a great number of cars, as many as would fit, into a square, normally closed to traffic, in such a way as to form small passageways where people could walk and hide, to play hide and seek in a somewhat oppressive maze.
To take away from presence of the vehicles so that they «almost» disappear from the scene, we would fill them with autonomous lights of and cover them with disposable car covers of the type used in the repair shops, of white, translucent fabric, in such a way that the light which we have covered the body with, filters through the cloth creating ghostly silhouettes of light
Thus the space will be filled with mysterious presences that during one night would make us wish that cars would disappear from the public spaces in the city.
The second possible location could be on a long main street, filled with parked cars along both sidewalks. Would give them the same treatment, with the white covers and the lights..
Of course, the cars would have to be given to us voluntarily for one night, later they would be returned, illuminated and with the cover as a gift.
The illustrations are, of course, by Marta Menacho.