Few public celebrations should be allowed this year. If the Christmas spirit of peace and love can’t even reach Bethlehem, how can we artificially install it in our streets and squares?
So, our annual Christmas styling exercise, which consists of imagining an urban decoration in keeping with the times in which we live, comes with dim lighting and lots of barbed wire. We don’t have the creativity for more festive themes.
So nothing… another year without much to celebrate.
Hopefully the excess of light won’t prevent us from seeing the terrifying darkness that stalks us.
Thanks to @zekewenders for this creepy simulation.
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Pocas celebraciones públicas deberían estar permitidas este año. Si el espíritu de paz y amor navideño no es capaz ni de llegar a Belén, cómo vamos a instalarlo artificialmente en nuestras calles y plazas?.
Así pues, nuestro ejercicio de estilo navideño de todos los años, que consiste en imaginar una decoración urbana acorde a los tiempos en los que nos toca vivir, viene con luz tenue y mucho alambre de espino. No nos da la creatividad para temas mas festivos.
Pues nada… otro año sin gran cosa que celebrar.
Ojalá el exceso de luz no nos impida ver la oscuridad aterradora que nos acecha.
Gracias a @zekewenders por esta escalofriante simulación.
Last August, we were invited to Shanghai Roadside Festival to present one of our most iconic works Labyrinth of Plastic Waste which we have already installed in several cities around the world.
The idea of this work is still the same as on previous occasions: to bring attention, in a visual sensory manner, to our unsustainable consumption of plastic.
In order to do this, we built this huge labyrinth, the biggest one yet built, where visitors lose themselves in an intricate structure full of recycled plastic bottles which have been collected from the city. Our intention is to have this experience generate a thought, a conversation among the visitors which will hopefully bring them to reduce their plastic consumption and eventually make them aware of how they may dispose of it responsibly.
The first time we made this piece was in Poland back in 2014. We were trying to raise awareness of the need of recycling. However, 10 years later, it is clear that we must stop using it altogether. This looks like an impossible mission as governments lack interest and seem reluctant to pass laws to regulate this more potently. Unfortunately, priorities are still centered on the interests of companies, of businesspeople, of lobbies and of many voters whose main interest is to perpetuate their personal gain, disregarding the common good. As there is no restrictive law to penalize the rampant usage of disposable plastic material, any personal campaign may prove insufficient.
As regards our labyrinth, it was 40 meters long, 20 meters wide and 3 meters high (about 131 feet long, 65 feet wide, 10 feet high). Its length in a straight line was 400 meters (about 1,312 feet) and it took about 5 minutes to walk through it. However, we provided those who didn’t want to spend so much time inside with shortcuts, as the experience in there was quite oppressive.
The recycled bottles were collected by inviting people on social media to do so and by placing trash containers in public places for people to dump their waste there. In addition, volunteer groups and environmental organizations picked up trash at the beaches. Local packaging businesses also provided us with all the waste they could not use due to noncompliance with legal packaging requirements. We used a total of 90,000 units.
The structure was created with welded cross sections which were re-utilized once disassembled. At local workshops, we made the bags that contained the bottles with transparent tulle to avoid using more plastic.
The labyrinth was open to visitors from August 3 to August 13. It was located right in front of the Power Station of Art building. Once disassembled, the bottles were donated to companies that recycle plastic waste in order to manufacture new products. The remaining material will be used in new projects.
Our sincere acknowledgment to the recycling organizations: Ocean Cloud, Super Whale, HowBottle, One Planet Foundation, Circular Pi, Remakehub, Re:Generation, Bamboo Comet, for their help in obtaining the necessary amount of bottles to build the labyrinth.
Many thanks to Yuqi, Liya, Kris and Addrain from the PinKou Culture team who believed in us and our complex street art project and have handled the production wonderfully. Our thanks to Red, our sponsoring company. Special thanks to their curator, who stayed with us during the entire process, and to the museum for hosting us.
Last but not least, our appreciation to the photographers Yuzhe Xue and Melisa Hernández for capturing the magnitude and essence of our piece.
Time of installation: and installation: 5 days. Damages: none. Exhibition time: 10 day.
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El pasado agosto fuimos invitados por el Roadside Festival de Shanghai para llevar a cabo una de nuestras piezas mas icónicas, «Laberinto de residuos plásticos» que ya hemos instalado en varias ciudades del mundo.
El sentido de este trabajos sigue siendo el mismo que en anteriores ocasiones, alertar de manera visual y sensorial sobre el insostenible consumo que hacemos de plásticos.
Para conseguirlo, hemos construido este gigantesco laberinto, el más grande hasta ahora, en el que los visitantes se ven obligados a perderse en una intrincada estructura abarrotada de botellas de plásticos recicladas y recolectadas del uso de la ciudad. La intención es que esta experiencia física, genere un pensamiento, una conversación entre los visitantes y ojalá, el propósito de reducir sus consumos de plástico, o como poco, poner cuidado a la hora de deshacerse de él de manera responsable.
La primera vez que hicimos esta pieza, Polonia en 2014, estábamos intentando concienciar sobre la necesidad de reciclar, pero casi 10 años después, ha quedado claro que lo primordial es dejar de consumirlo, algo que parece misión imposible por la falta de interés de los gobiernos, que se resisten a implantar políticas gubernamentales contundentes que legislen en este sentido. Desgraciadamente priman los intereses de la industria, de los empresarios, de los lobbies de poder y de muchos votantes interesados en perpetuar sus intereses personales, sin pensar en el bien común. Sin una legislación restrictiva que penalice el uso descontrolado de materiales plásticos de un solo uso, lo que hagamos a título personal parece insuficiente.
Centrándonos en nuestro laberinto, deciros que media 40×20 metros y 3 de altura, linealmente el recorrido completo era de unos 400 metros y se tardaba en recorrer aproximadamente 5 minutos, aunque pusimos algunos atajos para los que no querían pasar tanto tiempo dentro, que la experiencia era bastante agobiante.
Las botellas recicladas fueron recolectadas mediante convocatoria publica en redes sociales y situando contenedores en locales públicos en los que se invitaba a la gente a depositar sus residuos. Además grupos de voluntarios y asociaciones ecologistas limpiaron y sacaron material de las playas y por último, empresas de envasado locales nos proporcionaron todas las que iban a desechar por no cumplir los requisitos de envasado legales. En total usamos unas 90.000 unidades.
La estructura se creo con perfiles soldados que una vez desmontada la pieza se reutilizaron y las bolsas que contenían las botellas las hicimos en talleres locales con tul transparente, para evitar hacerlas de plástico.
El laberinto estuvo abierto al público desde el 3 al 13 de agosto, frente a la fachada de la Power Station of Art, y una vez desmontado, las botellas se donaron a empresas de reciclaje de residuos plásticos, para fabricar nuevos productos. El resto de material se usara en nuevos proyectos.
Agradecimento total a las organizaciones de reciclaje: Ocean Cloud, Super Whale, HowBottle, One Planet Foundation, Circular Pi, Remakehub, Re:Generation, Bamboo Comet, por ayudarnos a conseguir gran parte de las botellas necesarias para construir el laberinto.
Muchas gracias a Yuqi, Liya, Kris y Addrain del equipo de PinKou Culture que han apostado por nosotros en este complejo proyecto de arte publico, y han sabido lleva a cabo la producción de manera magistral. A Red, la empresa que nos patrocinó, gracias especiales a su curadora que nos acompañó en todo el proceso y al museo por acogernos.
Por último no podemos dejar de nombrar a los fotógrafos Yuzhe Xue y Melisa Hernández por saber captar la magnitud de la pieza y su esencia.
Tiempo de montaje: 5 días. Daños ocasionados: 0. Permanencia de la intervención: 10 días.
We have arrived now at the Chengdu Times Art Museum for an exhibition that is taking place at the same time as the Biennale which the city is hosting. We will be there from July 15 until October 22.
The composition of the piece is the same as on previous occasions: blank pages and wind. In this case, the new interventions of the visitors will be added to those carried out in Beijing, as they will be put up again on the walls so that they may be read at the new location.
Many thanks to the PinKou Culture team for doing an excellent job once again. They have also given us these lovely pictures.
Ahora hemos llegado al Times Art Museum de Chengsu en la exhibición paralela a la Bienal que tiene lugar en la ciudad, y estaremos del 15 de julio al 22 de octubre.
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La configuración de la pieza es la misma que en anteriores ocasiones, hojas blancas y viento. En este caso, a las nuevas intervenciones de los visitantes se unirán a las realizadas en Beijing, que se reinstalaran en los muros de modo que puedan ser leídas en la nueva ubicación.
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Muchas gracias al equipo de PinKou Culture, que han vuelto a hacer un trabajo excelente y que además nos han proporcionado las estupendas imágenes.
Although our civilized society does not question the universal right to water, scarcity is not affecting all the citizens equally, thus provoking a true ‘water gap’ since the city elites are spoiling water for their own leisure while the most vulnerable groups are the ones suffering the real effects of such scarcity.
Appalled by the images of dry reservoirs, barren fields and vast terrains cracked by the lack of water, we have decided to rescue our piece Drawing the Drought which we carried out back in 2019 in La Jarosa, a reservoir near Madrid. We want to make it bigger in order to add more dramatism to it.
As always in our work, the idea is simple and accessible to everyone. Our intention is to evince the loss of water in natural environments. For this reason, we need a large extension of cracked deserted land, preferably a dry reservoir or riverbed. We will draw large circles with light following the pattern of the cracks on the ground.
The material will evidently be quite basic: just LED strip lights that we will place inside the cracks, a grid connection, and patience for the drawing…
The images were created by Burna Visual Art.
Hopefully, we will have no need to carry this one out…
Y aunque nadie cuestiona del derecho universal al agua en nuestras sociedades civilizadas, la escasez no afecta igual a todos los habitantes del territorio, provocando una verdadera ‘brecha del agua’ ya que mientras las élites urbanas consumen agua en exceso para su ocio, los colectivos más vulnerables son los que verdaderamente sufren las condiciones de escasez.
Viendo diariamente imágenes de pantanos secos, campos desolados y grande extensiones de terreno totalmente agrietados por la falta de agua, y que cada vez están mas cerca de nosotros, nos hemos acordado de la pieza «Dibujando la sequía» que llevamos a cabo en el 2019 en el pantano de la Jarosa, cerca de Madrid, y hemos querido repensarla y darle más extensión. Las imágenes explican perfectamente la pieza.
Necesitamos un gran terreno desértico y agrietado, en el que dibujaremos con luz, grandes círculos siguiendo el patrón de las grietas del terreno.
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El material, por supuesto, el más básico, tiras led azules que colocaremos en el interior de las grietas, que representaría el agua perdida, de la que solo queda un recuerdo lejano.
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La imágenes han sido creadas por Burna Visual Art.
We have set up this piece in the buildings of many world-famous cities. However, the challenge, in this case, was extraordinary as we had to do this on El Obelisco de Buenos Aires, Argentina’s most emblematic monument, which has been the backdrop to the most relevant events of the city of Buenos Aires. Today, it is the epicenter of the city’s commercial and social life as well as the busiest traffic area and the stage for most demonstrations and street protests. It is also the spot where the most popular celebrations take place.
We wanted to send out the same message as usual: to represent, in a graphic understandable way, the plastic surplus infesting our environment, a recurrent theme in our work and in life since everything we consume is practically made of plastic, either wrapped in it or as part of our food transformed into minuscule particles that we also breathe.
In order to make our installation worthy of such a lofty setting, visible from all access points to the square, and stand out amid the crowding advertisement, the variety of buildings, the chaotic transit, and the light pollution, we had to raise it over 25 meters (82 ft) above the ground – quite a building challenge. We achieved this by a complex system of scaffolds and cross sections made with iron extracted from old billboards. We attached our plastics to these panels and fixed them to the structure until the obelisk’s perimeter was covered and the fence around the monument disappeared out of sight.
The hardest part was getting the recycled plastic that we needed to line the almost 900 square meters (9,867 square feet) of panels and to do this in less than a month. We would have found this impossible somewhere else. However, we knew about Buenos Aires’ exemplary recycling system which is oftentimes managed by CSOs. We have already relied on it successfully back in 2018, when they helped us get the recycled bottles for our Labyrinth of Plastic Waste that we set up at Teatro Colón.
We needed more than 30,000 bags collected from the recycling system. In order to fill them, we required tons of transparent plastic, the one used for the packaging and transportation of goods. The city’s local government made a public announcement so that citizens would take the bags they had at home to the recycling facilities where we picked up a large amount of it. Additionally, these CSOs gathered a generous selection of bags that they received in good condition, so we also salvaged a good quantity from there. We made the remaining part out of plastics that we rescued from trash containers that the Cooperativa Baires Cero processed and turned into rolls of colored bags that we also used. The transparent plastic used as filling did not pose a problem as tons of it are found at recycling facilities.
We employed powerful LED beams to backlight the panels. The light went through the layers of plastic turning the waste material into a grandiose stained-glass window which sent a clear message: large quantities of disposable plastic are still in circulation despite all the bans.
This piece remained installed for a week. We hope that the visitors – who had a chance to photograph themselves against an extraordinary background – had the time to think about what we wanted to expose by gathering before their eyes and their cellphones such a huge quantity of toxic material.
After the piece was disassembled, all the material was returned to the CSOs that had previously lent it to us. The panels were also recovered to be used for other purposes. The scaffolds and beams that we rented will continue to be used in other productions.
We want to thank the awesome team that helped us put all this together:the local government of the city of Buenos Aires for accepting our proposal and Abrazo Brand Experience for hiring us, producing the piece and managing the space and the materials. Many thanks to Circo Reciclado for their collaboration with the local CSOs, for getting the material and assembling all the panels, all this thanks to the work of a magnificent team made up of friendly organizations that are dedicated to recycling.
Special thanks to the 6 local recycling organizations that selected the materials and eventually helped in the process of filling the bags: Gardel Recicla (Haedo), La muchachita de los Toldos (Ituzaingo), 5 de Diciembre (Gral. Rodriguez), Nuestro Ambiente Limpio (Gral. Rodriguez), El brote (Lujan), El Ceibo (CABA) and Baires Cero (CABA). Many thanks as well to our friends from Abuela Naturaleza.
Our deepest appreciation to the lighting technicians who never gave up until the light seeped through the plastic. To the people who set up the scaffolds who, secured by harnesses, attached the panels while working at a considerable height as though they were walking on the ground. To the security guards who watched the piece and also assisted the visitors in the best of moods. And, of course, to the visitors who shared this experience on their social networks and generated thousands of visits and reflections.
Let’s not forget the great audiovisual team from Abrazo Brand Experience who provided us with wonderful photos and videos of our piece from all the possible angles, even from above. And, of course, many thanks to our dear Melisa Hernández for taking care of the team at all times and recording in images the life at the Obelisco and the public’s interaction with the piece.
Marcelo, Facu, Diego, José, Diego, Caro, Río… we miss you already!
Time of installation: and installation: 20 days. Damages: none. Exhibition time: 7 day.
Esta pieza ya la hemos instalado en edificios de muchas ciudades emblemáticas, pero en este caso el reto era extraordinario, ya que debíamos hacerlo sobre «El Obelisco», el monumento más emblemático de Argentina, escenario de los acontecimientos mas relevantes de Buenos Aires, epicentro de su via social y comercial, así como punto neurálgico del tráfico y escenario de la mayoría de las protestas y manifestaciones así como de los festejos mas multitudinarios.
El mensaje que queríamos trasmitir era el mismo de siempre: visualizar gráficamente, el exceso de plástico que nos rodea, un tema recurrente en nuestro trabajo y en la vida, ya que prácticamente todo lo que consumimos, está hecho de este material o va envuelto en él o nos lo estamos comiendo en minúsculas partículas que se encuentran en los alimentos que consumimos, o en el aire que respiramos.
Para que la instalación estuviera a la altura de tan esbelto escenario, fuera bien visible desde todos los accesos a la plaza y se impusiera al exceso de publicidad, al eclecticismo de los edificios, al caos circulatorio y a la contaminación lumínica, debíamos elevarla a mas de 25 metros, todo un desafío constructivo. Lo conseguimos mediante un complicado sistema de andamios y perfiles, fabricados con hierro sacado de vallas publicitarias de la ciudad ahora en desuso. En estos paneles pegamos nuestros plásticos y los sujetamos a la estructura hasta llenar todo el perímetro del obelisco, haciendo desaparecer de la vista la valla de protección del monumento.
La dificultad máxima era conseguir el plástico reciclado que necesitábamos para forrar los casi 900 metros cuadrados de paneles y hacerlo en menos de 1 mes. En cualquier otro contexto nos hubiera parecido imposible de afrontar, pero sabíamos que Buenos Aires tiene un ejemplar sistema de reciclaje, gestionado en muchos casos por cooperativas ciudadanas y confiábamos ciegamente ya en el en el 2018 nos ayudaron a conseguir las botellas recicladas del Laberinto de residuos plásticosque montamos en el Teatro Colón.
Necesitamos mas de 30.000 bolsas recogidas del sistema de reciclaje, y para rellenarlas, toneladas de plástico transparente del que se usa en el empaquetado y transporte de mercancías. El Gobierno de la Ciudad hizo un llamamiento a los ciudadanos para que llevaran las bolsas que tuvieran en casa a los puntos limpios y de ahí recogimos una gran cantidad. Además, las cooperativas nos hicieron una buena selección de las bolsas que les iba llegando en buenas condiciones y de ahí pudimos salvar también una gran cantidad. El resto las creamos con plásticos recuperados de la basura, que la Cooperativa Baires Cero procesó y convirtió en rollos de bolsas de colores que también usamos. El plástico transparente de relleno no fue ningún problema ya que se acumula por toneladas en los puntos limpios.
Para la iluminación, empleamos potentes focos leds de bajo consumo con los que retroiluminamos los paneles, consiguiendo que la luz traspasara las capas de plástico y convirtiera el material de deshecho en una grandiosa vidriera en la que leer que aun hay grandísima cantidades de plástico de un solo uso en circulación a pesar de las prohibiciones.
La pieza estuvo instalada una semana y esperamos que los visitantes además de fotografiarse con un fondo tan extraordinario tuvieran tiempo de pensar en lo que tratamos de evidenciar al acumular delante de sus ojos y sus dispositivos móviles tantísima cantidad de material tóxico.
Al desmontar, todo el material fue devuelto a las cooperativas que previamente nos lo habían cedido, también se recuperaron los paneles para darles otros usos. Por supuesto los andamios y los focos alquilados seguirán usándose en otras producciones.
Queremos dar gracias al tremendo equipo que nos ayudo a poner esto en pie: al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por aceptar nuestra propuesta y a Abrazo Brand Experience por contratarnos, producir la pieza y coordinar la gestión del espacio y los materiales. A Circo Reciclado por aliarse con las cooperativas de la ciudad, conseguir el material y montar todos los paneles, de la mano de un grandísimo equipo compuesto por asociaciones amigas dedicadas al reciclaje.
Gracias especiales a las 6 cooperativas de reciclaje de la ciudad que empezaron seleccionándonos el materiales y acabaron ayudando en el proceso de llenado de las bolsas. Gardel Recicla (Haedo), La muchachita de los Toldos (Ituzaingo), 5 de Diciembre (Gral. Rodriguez), Nuestro Ambiente Limpio (Gral. Rodriguez), El brote (Lujan), El Ceibo (CABA) y Baires Cero (CABA). También a los amigos de Abuela Naturaleza.
Nuestro agradecimiento también para los iluminadores, que no desistieron hasta que la luz brotó a raudales de dentro del plástico. A los montadores de los andamios que sujetos con arneses fijaron los paneles moviéndose en altura como si estuvieran paseando por el suelo. A los guardias de seguridad que custodiaron la pieza y ya de paso atendieron a los visitantes con el mejor ánimo. Y por supuesto a los visitantes que compartieron en sus redes y generaron miles de visitas y reflexiones.
No podemos olvidar al gran equipo de audiovisuales de Abrazo Brand Experience que nos proporcionó maravillosas fotos y videos de la pieza desde todos los puntos de vista posibles incluido el cielo. Y por supuesto a la gran Melisa Hernández, por estar siempre pendiente del equipo y plasmar en imágenes la vida en el Obelisco y la interacción del público con la pieza.
Marcelo, Facu, Diego, José, Diego, Caro, Río… ya os echamos de menos.
Tiempo de montaje: 20 días. Daños ocasionados: 0. Permanencia de la intervención: 7 días.