Plastic Vomit / Vómito de Plástico. Seoul 2024
Santo Tomás de Aquino dijo: “Del mismo modo que es mejor iluminar que solamente brillar, asimismo es más grande dar a los demás las cosas contempladas que solamente contemplarlas.” Esta frase, pronunciada por el santo en el siglo XIII, refleja perfectamente nuestra filosofía de trabajo.
Para nosotros, iluminar significa trabajar en conjunto para crear experiencias que enciendan algo en quienes las viven. Nos importa más el impacto que generamos en la comunidad que el brillo de la obra en sí. Por eso, nuestras intervenciones no son esfuerzos individuales, sino el resultado de la colaboración de muchas manos. Sabemos que esto puede representar un desafío para las entidades que desean contratarnos y que necesitan piezas de grandes dimensiones, fáciles de montar y en muchos casos es complicado trabajar como nosotros lo hacemos, ya que requerimos un cierto compromiso también por parte de la organización.
No consideramos la luz solo un medio estético, sino una herramienta para “iluminar” y visibilizar temas que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos. Esto implica convertirnos en un esfuerzo colaborativo donde se crean conexiones, se provocan reflexiones y se fomenta un diálogo comunitario sobre temas de importancia colectiva.
Por esta razón, nos gusta colaborar con activistas y organizaciones sociales, ayudándoles a amplificar mensajes que nos inspiran profundamente. Lo hacemos porque creemos en la importancia de apoyar causas colectivas. Nos motiva trabajar en acciones orientadas a proteger nuestro entorno, aportando ideas y conocimientos para comunicar y ayudar desde un gesto compartido. Para nosotros, iluminar no es solo un medio de vida; es también un acto de solidaridad y compromiso con quienes luchan por un futuro más justo y sostenible.
Compartimos esto porque, el pasado invierno, el colectivo KFEM (Korean Federation for Environmental Movements) nos contactó para materializar nuestra idea «Vómito de Plástico» con la ayuda de voluntarios preocupados por el exceso de plástico en la vida cotidiana de los coreanos.
Por supuesto, aceptamos y nos ofrecimos a colaborar en el proyecto a distancia. El 5 de junio, en conmemoración del Día del Medio Ambiente, se inauguró “el vómito” con más de 4,000 plásticos desechados entretejidos en una gran malla metálica de 5 metros de ancho por 9 metros de largo, que caía como una cascada desde el tejado de la sede del colectivo.
Los activistas recolectaron el material, recibieron donaciones y contaron con el apoyo de vecinos y ciudadanos para montarlo.
El evento, que duró una semana, fue escenario de charlas, mesas redondas y manifestaciones reivindicativas. No buscaban solo un acto de protesta, sino crear un espacio informativo que no solo atrajera a quienes ya están sensibilizados con el medioambiente, sino también a ciudadanos comunes, que al ver la obra se sintieran interpelados al reconocer lo familiar de la pieza.
Para nosotros, ha sido un orgullo formar parte de esta acción solidaria. Esperamos que sus frutos se vean pronto
Las imágenes nos las ha proporcionado el colectivo KFEM.